miércoles, 29 de diciembre de 2010

Sweezy: resumen Capítulo 8: LA NATURALEZA DE LAS CRISIS CAPITALISTAS

La producción simple de mercancías y las crisis:
La transacción de trueque es M-M, mercancía contra mercancía, pero en las condiciones de la producción de mercancías desarrollada la forma de cambio se convierte en M-D-M, mercancía contra dinero y dinero contra mercancía. El uso de la moneda le permite vender se producto cuando está terminado y comprar a su satisfacción lo que le hace falta. Una interrupción en el proceso de la circulación puede extenderse desde su punto de origen hasta afectar a toda la economía. Aparece entonces la consecuencia conocida, la crisis, en la que coinciden existencias de mercancías invendibles y necesidades insatisfechas. Y al final concluiría con la crisis de sobreproducción, donde la sobreproducción es el resultado de la crisis. Si logramos saber porqué A vendió en un principio y no pudo comprar habremos descubierto la causa de la crisis, al menos en un sentido aproximado. Parece que excluidos los efectos externos las crisis son posibles, pero más bien improbables o accidentales, bajo la producción simple de mercancías.

La ley de Say:
La ley de Say sostiene que a una venta sigue invariablemente una compra por igual cantidad, es decir, que no puede interrumpirse la circulación M-D-M y con lo cual no puede haber crisis ni sobreproducción.
Según Marx, que no está de acuerdo con lo que dice Say (Ricardo) “el dinero es solo el medio por el cual se efectúa l cambio”, dice que el dinero es algo más por el cual se efectúa el cambio; es el medio por el cual el cambio se divide en dos transacciones separadas y distintas, la venta y la compra.

El capitalismo y las crisis:
La forma de circulación M-D-M se convierte bajo el capitalismo en D-M-D. La primera M no posee ninguno para su productor o un solo pequeño valor de uso, la segunda M se desea porque su valor de uso es mayor. El propósito del cambio es la adquisición de valor de uso y no el aumento del valor de cambio. Esto es lo que se quiere decir cuando se dice que la producción simple de mercancías es producción para el consumo.

El capitalista devuelve contantemente su dinero a la circulación y en esa forma cambia el carácter del proceso mismo de la circulación. Se suele decir esto cuando el capitalismo es producción para obtener ganancia y lo que explica es por qué el capitalismo es susceptible a las crisis y a la sobreproducción. Si ΔD desaparece o se vuelve negativo el incentivo de la producción capitalista dejará de existir. Los capitalistas retirarán su capital, se reducirá la circulación y comenzará una crisis seguida de sobreproducción.

Marx dice que el no se trata solo de reemplazar la misma mas de objetos de que el capital se compone, en la misma escala o en una escala ampliada, sino de reemplazar el valor del capital adelantado con la tasa usual de la ganancia. No es verdad que la tasa de ganancia deba desaparecer o volverse negativa para producir una crisis. Lo único que se requiere es un descenso en la tasa de la ganancia más allá de su nivel ordinario, suficiente para que retengan los capitalistas en forma de dinero, esperando la vuelta de condiciones más favorables. En esta forma se rompe la continuidad del proceso de la circulación y se precipita la crisis.
La forma específica de la crisis capitalista es una interrupción del proceso de la circulación provocada por un descenso en la tasa de la ganancia más allá de su nivel ordinario.

Los dos tipos de crisis:
El examen de las causas de las crisis debe hacerse en términos de las fuerzas que operan sobre la tasa de la ganancia. Hay dos tipos de crisis:

-       -    Las crisis relacionadas con la tendencia descendente de la tasa de la ganancia: si se produce demasiado el precio de mercado cae por debajo del valor y la ganancia se reduce o desaparece. Si esto ocurre a la vez en otras industrias el resultado es un descenso general de la tasa de la ganancia, seguido de una crisis.

-         - Las crisis de realización: la dificultad esencial es la de realizar el valor que está ya incorporado en las mercancías acabadas.